jueves, 14 de julio de 2011

El liderazgo político del siglo XXI


La globalización que se vive actualmente, donde cada vez surgen más ideas y esquemas de comunicación, donde las nuevas tecnologías han desarrollado nuevas formulas y canales de comunicación, realidad que hace que los lideres políticos de hoy en día se enfrenten a nuevos retos con el objeto de ganar la confianza del votante.

Los círculos políticos que participan de los procesos electorales hoy en día tienen claro que la manera de llegar a los votantes esta cambiando, por lo que es imprecisdible contar en sus filas con auténticos lideres políticos que den respuesta a las expectativas de esa masa electoral.

Las redes sociales y Web 2.0 ha abierto un debate más claro y autentico, una fuente inusitada de recursos e información que hace que el nuevo líder político establezca un compromiso más directo con su electorado, y que sea el mismo electorado quien legitime en tiempo real sus propuestas.

La imagen de marca de un líder político hoy en día, el ruido positivo o negativo que genera entre sus electores, puede ser medido y valorado mucho antes del ansiado momento electoral. Lo que exige una serie de virtudes y habilidades a ser desarrolladas por los mismos.

Características y Estrategia política

Los líderes políticos del siglo XXI, serán aquellos cuya convicción, transparencia, gestión del cambio social  tengan asumidos. Serán aquellos líderes capaces de crear su identidad política en base a los principios y valores que les exige la sociedad actual.

El líder incapaz de crear un canal bidireccional entre las necesidades de su electorado (antes de la elección) o entre las necesidades de los ciudadanos que han depositado su confianza en él (después de las elecciones), será a corto plazo un  líder fracasado o derrotado por su propia estrategia no dibujada desde un inicio.

El líder del siglo XXI debe organizar y planificar la estrategia electoral partiendo de cero, olvidando viejos esquemas y acercándose a las masas, cuya decisión se traducirá en los resultados que él aspira a conseguir. Para ello tendrá que recoger la información que le permitirá preparar la campaña electoral, luego definir la estrategia electoral a seguir (praxis pura) con un objetivo general claro y convincente, el cual deberá estar alineado a unos objetivos específicos y estos últimos a su vez, deberán ser desarrollados en función de las estrategias: tanto por zonas de influencia, como del ámbito de actuación política.

El mensaje del líder del siglo XXI debe tener las seis c: claro, conciso, convincente, conectado, contrastado y creíble. Debe ser capaz de definir desde un inicio el grupo objetivo o grupo de ciudadanos a quien desea dirigir dicho discurso político. (Ideas extraídas del libro Marketing Político 2.0: Estrategias de Éxito en la Comunicación Política de Manuel A. Alonso y Ángel Adell). Todo ello creará un precedente y una percepción de lo que será su imagen o huella como líder.

La Huella del líder del siglo XXI

El líder político del siglo XXI debe ser capaz de dejar una huella en la mente de todo su electorado antes, durante y después de la campaña electoral. Si llega a la victoria o si fracasa en su intento, su huella debe quedar grabada en la mente de dicho electorado.

Si un líder fracasa y deja aún así una huella positiva en la mente de ese electorado, tendrá casi asegurada una segunda vuelta, cuya próxima estrategia de seguro le permitirá alcanzar los resultados no logrados en la primera vuelta, lo que podrá traducirse en una victoria real.

Hay pocas huellas que han quedado en la mente de un electorado, sin embargo la mayoría de los ciudadanos son capaces de reconocer el nombre de esos líderes del siglo XXI que han sabido dejar huella dentro de la sociedad política actual. Basta dedicar un minuto a pensar quienes han dejado huella electoral dentro de dicha sociedad y descubriremos que muchos coincidimos en dichos nombres.